Las armas de los gladiadores.

Los combates de gladiadores apasionaban a los antiguos romanos; tanto, que se llegaban a formar colas desde muy temprana hora en los anfiteatros para asistir al espectáculo (algunos romanos llegaban a tener asientos reservados). En origen debió de formar parte de un ritual religioso, tal vez de época etrusca.

Los luchadores eran reclutados sobre todo entre los condenados a muerte o a trabajos forzados (de forma que cumplían así su pena... si sobrevivían, después de tres años y si habían mostrado la valentía suficiente); pero a veces también eran hombres libres que buscaban popularidad y salir de la extrema pobreza en la que las clases populares podían llegar a vivir. Algunos llegaron a ser profesionales y se tienen noticias de algunas mujeres entre ellos. El premio era variado: fama, honor, riqueza o la libertad.

Estos luchadores se entrenaban es escuelas especializadas, dirigidas por el lanista, y generalmente situadas a las afueras de Roma, donde había también almacenes, fraguas y pequeños centros sanitarios.

Aunque el gladiador era estrictamente el que luchaba con la espada (gladius), lo normal era que lucharan entre sí hombres con distintas armas:
  • una red con plomos colgantes, tridente y puñal: el retiari, que luchaba casi desnudo, generalmente contra otro hombre armado con casco, escudo y espada (el secutor), que intentaba mostrar su agilidad evitando ser capturado por la red del otro;
  • casco, coraza, escudos de distintos tipos, cinturón ancho de cuero o metal -así como muñequeras similares, protecciones de piernas, espada y puñal: los mirmillones, samnitas, galos y tracios, que simulaban con su armamento los pueblos contra los que había luchado Roma;
  • con carros; el essedari intentaba tirar a su contrincante de su carro, luchando luego en la arena con otras armas;
  • a caballo, con lanza, casco y escudo, los equites se enfrentaban casi como en un duelo desde un punto a otro de la arena;
  • y otros, simulando el armamento de los legionarios (que a veces se enfrentaban con animales), con dos espadas o con casi ninguna.
El propio emperador Comodo (161-192) era muy aficionado a estos espectáculos y consiguió mucha popularidad entre el pueblo romano al pagar con cierta frecuencia luchas de gladiadores, llegando a participar en ellas -lo que no siempre era del agrado de los espectadores, ya que él luchaba con armas verdaderas, mientras que obligaba a sus contrincantes a hacerlo con espadas de madera. Eso sí, la historia de su final no es como la de la película Gladiator: el emperador murió estrangulado por uno de sus esclavos...




  • Más sobre los gladiadores, aquí.

5 aportaciones:

Cayetano dijo...

La imagen que tengo siempre en mente sobre las peleas de los gladiadores es la del luchador con red y tridente y la del oponente con casco, espada corta y escudo. Me imagino que sería la más frecuente.
Un saludo.

Negrevernis dijo...

Yo también. No sé si habrá algo de Historia-ficción en esta imagen, pero supongo que, como lo que gustaba era el espectáculo de la sangre (se llegó a decir que la sangre vertida de los gladiadores cuaraba algunas enfermedades), el hecho de ver a un hombre atrapado en la red y a merced de la espada del contrario debió gustar a la masa... Panem et circenses...

Y eso que el espectáculo que más gustaba, por encima de todos, era el de las carreras de caballos...

Un saludo.

desdelaterraza-viajaralahistoria dijo...

Llego a tu blog desde el de Diana de Meridor y he estado leyendo algunas de tus últimas entradas.
Sobre la de Alejandro, así es que gran personaje, tan grande como su imperio, que bien poco duró al repartírselo sus generales.
Tratando de historia tu blog ya vendré por este sitio para leer lo que vayas escribiendo. Un saludo.

Negrevernis dijo...

Hola.

Muchas gracias por ti visita. Hace unos días me fijé en un comentario que hacías en el blog de madame. Bienvenida :-)

Un saludo.

desdelaterraza-viajaralahistoria dijo...

Efectivamente, sigo el blog de la
Señora Enmascarada, y también pertenezco a su corte, en ella soy "EL" marqués de Fondant. Cuando apetezcas serás bienvenida a my blog también. Un abrazo.